Terapia para menores
Acudir a terapia infantil...
En edades menores son normalmente padres, madres o educadores profesionales quiénes detectan un determinado síntoma en el menor que hace que sea necesario tomar la decisión de acudir a una terapia infantil para intervenir. Este síntoma que el menor muestra es una señal de que el niño/a está en conflicto con algo en relación a la construcción de su ser.
A diferencia de un adulto, el menor está construyendo su ser de manera no consciente, en base a su entorno, sus capacidades y sus necesidades y acompañado por sus familiares y de todas las personas que intervienen en su día a día.
Y ahí es donde está nuestro papel único y diferenciador con respecto a otras terapias infantiles. En educarte trabajamos el síntoma detectado de forma integral.
Intervenimos en...
- Problemas y trastornos de conducta.
- Autoestima.
- Trastornos del desarrollo.
- Duelo, separación.
- Cambio de colegio, cambios de provincia
- Estado de ánimo bajo.
- Ansiedad.
- Control de esfínteres (enuresis, encopresis).
- Alteraciones del sueño.
- Tics y manías.
- Miedos y fobias.
- Celos.
- Entrenamiento en habilidades sociales.
- Dificultades en el aprendizaje.
- Trastornos del Déficit de Atención con o sin hiperactividad.
- Orientación escolar y familiar.
¿Qué ocurre cuándo llevas a tu hijo/a a nuestro centro por primera vez?
Con la información inicial ofrecida por los padres del “síntoma” que a priori han detectado iniciamos nuestro procedimiento de evaluación con una primera sesión individual y grupal del niño/a.
El objetivo es ver la forma personal del menor, sus necesidades y cómo se mueve con todo ello en relación a un grupo de iguales.
En esta evaluación se hace latente el verdadero motor de intervención, que no es otro que el que está alterando que el menor siga su proceso de construcción de su ser de forma positiva.


Metodología Movimiento y Color
En Centro de Psicología Educarte disponemos de nuestro própio método de trabajo. El método movimiento y color se basa en la obtención de información sobre conflictos y necesidades
de los clientes (menores, adolescentes o adultos) a través de la observación terapéutica de su movimiento y color personales. Con este método recurrimos desde edades muy tempranas al movimiento mental,
emocional y/o fisico de la persona y su relación con los colores que elige para ayudarles en sus procesos personales.

Un proceso que se inicia a partir de la elección de un color, otras veces varios y se convierte en la puerta de entrada hacia aquellos lugares del ser, la mayoría de las veces no conscientes y claves en la transformación y cambio de la persona.
Una intervención que se realiza a nivel individual, grupal (con grupos de iguales) y familiar.
Nos diferencias las herramientas del método, de la mano del arte, el color y la formación del profesional sobre el método movimiento y color para llegar a lo no consciente y ayudar a la persona a que pueda ponerle consciencia y transformar lo que realmente necesita para avanzar.
Las herramientas creativas, de la mano del arte, el juego y otras formas de expresión creativa ayudan a la persona a tomar consciencia del “movimiento que tiene”, del movimiento que necesita, de las resistencias que se lo impiden y de las fortalezas que tiene.
¿Cómo trabajamos?
Sesión individual y grupal del menor para evaluación.
Sesión con el padre y la madre para completar la evaluación del menor.
Tras completar la evaluación, comenzamos la intervención con el menor y la familia según las evaluaciones.
Sin olvidarnos de algo, la intervención en niños va unido del acompañamiento familiar a través de sesiones de terapia sistémica y de nuestra metodología de movimiento y color..